Industria cárnica y mataderos
Durante miles de años los animales han sido cazados y sacrificados por el hombre. La matanza industrial de animales justo comenzó alrededor de 1845 en Cincinnati/EE.UU. con líneas de producción simples. Tras el desarrollo de un coche refrigerador para ferrocarril en 1878, Chicago se convirtió en el centro de procesamiento de carne de América. Desde allí, los métodos de procesamiento se extendieron por todo el mundo.
Dado que sin otros tratamientos como el secado, ahumado o salado, los productos cárnicos sólo pueden conservarse refrigerados y aún así sólo por un corto período, ya en 1906 se originaron en los EE.UU. las primeras leyes de protección al consumidor. Debido a los peligros por gérmenes y bacterias, en la producción de productos cárnicos deben observarse normas estrictas obligatorias en todo lo relativo a la higiene. Éstas tienen por objeto regular la producción, almacenamiento, procesado y elaboración de productos cárnicos y despojos.
El diseño higiénico de componentes y máquinas, así como la facilidad de limpieza de las piezas del sistema, se definen también en numerosos conjuntos de normas.
Las BOMBAS NEMO® están diseñadas, fabricadas y ensayadas conforme a las directivas EHEDG (European Hygienic Equipment Design Group) o bien según las directivas QHD (Qualified Hygienic Design). Los materiales están aprobados por la FDA (Administración Nacional de Alimentos y Fármacos) y el BfR (Instituto Federal de Evaluación de Riesgos). Además, las bombas higiénicas y asépticas NEMO®cumplen las disposiciones de los estándares sanitarios 3-A de EE.UU. y están certificadas según GOST-R (Certificado de conformidad para Rusia). Pero también las bombas de embudo se utilizan en diferentes versiones para los más diversos medios, como por ejemplo carne de salchichas, carne picada y pastas de carne. En la eliminación de elementos tales como la sangre, con o sin fragmentos de hueso, despojos y vísceras, se utilizan bombas industriales y bombas de embudo industriales.